Irónico gallo. De cuerdas desafinadas de alas desplumadas y danzantes al son de un ritmo descendiente y vertiginoso hacia al abismo. Incumpliendo rituales ancestrales de empolladura de huevos blandos y flacos, casi rectilíneos.
Absolutamente deteriorado y con su pecho caído cuasi desinflado en un atardecer lleno de luces de neon.
Gallo mentiroso. Que supiste dar tus gritos en noches de terror bajo lunas tristes, rojas y ocres. Proveniente de latitudes lejanas. Advirtiendo falsos amaneceres. Amante de la poligamia afrancesada, de ritos satánicos, emblema de fuerzas represoras y destructivas. Inservible al punto de no poder ser alimento de nuestra hermosa raza, espoleando con uñas afiladas me desafías y opto por la mejor opción al alcance de mi mano.
Recurro a mi matagatos bolsillero con percutor interno y te doy muerte de un disparo.
1 comentario:
Para mi gusto, demasiados adjetivos en lo que respecta a un gallo.
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