Movimientos de Horacio, el peluquero

Así sin mas fue esa tarde, no como otras que llovían flores ni árbitros de fútbol. Esa tarde Horacio tuvo que cortar los pelos mas corto de la historia.
Entre otras cosas que le pasaron por la cabeza fue ese golazo de rabonita de Cucciufo en el metro del '73 , pero ya nada lo distraía, su mente se había fijado en su objetivo cual spray lord cheseline.
De su pecho colgaba un gigante monumento a la bandera que tenia forma de palomita. Una gota de salada transpiración bajo por su sien. una imagen difusa recorrió su cabeza, correspondía a su infancia. Se vio haciendo un pozo con amigos, escalando árboles, metiendose 14 chicles bomky de un tirón , sacudiendo broches desde la terraza, animando fiestas, engañando a niños de su edad haciendo monigotes con morcillas en vez de globos inflados o preservativos.
Así era Horacio, un tipo de barrio, un tipo mas, pagaba sus impuestos y comía tostadas con manteca.En sus manos se ubicaba una afilada tijera de aleación estaño-níquel , como las monedas de 25 cts., una sombra larga se proyectaba sobre el piso y dejaba a la interpretación de los espectadores una imagen sombría de la frialdad de este sujeto. Así es, el semblante de Horacio era un sombra, pero la tijera brillaba como el lucero del alba entre su pulgar e índice. en pocos movimientos hizo lo suyo, casi imperceptible fué, de tres tijeretazos entro en las cavidades nasales, y corto al ras todo pelo saliente del lóbulo de la nariz.
El mundo se paralizo, la gente allí sentada contuvo la respiración y la soltó seguida de un prolongado suspiro.
Horacio no se inmuto, lo había conseguido de nuevo.